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domingo, 28 de agosto de 2016

Aspectos Mas Relevantes del Gobierno de Juan Vicente Gómez 1908-1935

        ASPECTO ECONÓMICO.

Durante los primeros años del siglo XIX Venezuela dependía económicamente de la economía agropecuaria. El café y el cacao constituían los principales rubros de la exportación económica. Por otra parte, el ganado vacuno fue decreciendo en su capacidad exportadora a partir de 1904.

Principales exportaciones agrícolas venezolanas en millones de bolívares:

1903 - 1904
1912 - 1913
1920 - 1921
1927 - 1928
Café
37.4
86.9
45.4
88.9
Cacao
16.7
20.8
17.9
26.1
Sarrapía
0.0
2.7
0.2
0.2
Caucho
0.2
2.3
00.1
-
Ganado Vacuno
8.5
1.2
1.7
2.8
Cuero de res
5.6
6.9
1.8
6.5
Azúcar
-
-
1.3
3.9
Papelón
-
0.2
22.4
-
Balata
3.1
-
4.1
1.3

71.5
121.0
84.0
129.7


Estos ingresos representaban el 75.5% de los ingresos totales a Venezuela por concepto de exportaciones.

El café y el cacao aumentaron sus precios durante el conflicto bélico europeo a partir de 1914. En 1917 empezaron a declinar hasta que entre los años 19, 20 y 21 su baja en las exportaciones alcanzaba el 15%. A partir de 1927 declinaron aún más debido a la aparición de la explotación petrolera. También ayudó a la crisis del café, la aparición de nuevos países exportadores de café, como Brasil, Java y Colombia.

El aumento de la oferta del producto bajó inmediatamente los precios en los mercados internacionales, ya que las exportaciones se realizaban dentro del juego de la oferta y la demanda de productos. Comenzó Venezuela a depender económicamente de la situación que viviera el capitalismo mundial, pues inició, también hacia 1913, la importación masiva de bienes de consumo.

A partir de 1914 emerge el petróleo como elemento importante en la economía venezolana. Ya para 1920 el petróleo había transformado por completo la economía venezolana. De país agropecuario, Venezuela se había convertido en un país minero.

Desde 1908, Gómez comenzó a darle mayor importancia a la política petrolera. Entre 1909 y 1910 se dio inicio al reparto de concesiones. La primera a una compañía británica: "The Venezuelan Development Company Limited". La concesión le permitiría a esta empresa explorar y explotar petróleo y otros minerales en los estados Táchira, Mérida, Zulia, Lara, Falcón, Carabobo, Yaracuy, Anzoátegui, Sucre, Monagas, Nueva Esparta y el Delta del Orinoco.

Por su parte, el gobierno se comprometía a conceder esa concesión por 30 años. La empresa debería hacer un pago de 1 Bs. por hectárea y otorgar al Estado el 50% de los derechos de importación sobre los productos que la empresa vendiera al país. La concesionaria podía importar libre de todo impuesto las maquinarias que necesitara para la explotación de los minerales.

La segunda concesión fue otorgada a la "General Asphalt". Con ella se le permitía explotar, refinar y exportar asfalto, petróleo, nafta, betún y brea en el Municipio Pedernales y sus islas en el Territorio Delta Amacuro (llamado así en ese momento) y en la Península de Paria. Esta concesión tendría una duración de 50 años y, por primera vez, aparece en los contratos la cláusula de reversión. Según esta cláusula, al terminar el contrato, las edificaciones y maquinarias que hubiese poseído el concesionario pasarían a manos del Estado venezolano.

Esta ley fue protestada por las compañías norteamericanas. No estaban de acuerdo con la limitación de la superficie de las concesiones ni con el derecho que tenían los terratenientes para obtener concesiones sobre sus terrenos.

LEY DE HIDROCARBUROS DE 1922.

Con la Ley de Hidrocarburos de 1922 se "subsanaron" estas trabas para los concesionarios. Se aumentaron las concesiones a 40 años, se eliminó el derecho de los terratenientes, los impuestos de exploración bajaron a 0,05 y 0,10 Bs. por hectárea y el impuesto de explotación bajó a Bs. 1 y 2 según la ubicación de la explotación.

En 1914 explotaron los principales pozos petroleros de la época: Zumaque 1 "Mene Grande" y "Barroso 2". “El 14 de diciembre de 1922, del pozo Barrosos 2, en la formación geológica llamada La Rosa empieza un flujo surgente de petróleo que llegó a 320 m3 por hora; el flujo incontrolado continuó hasta el 23 de diciembre y fluyeron por lo menos 150.000 m3 de petróleo. El 1 de junio de 1928, en la región denominada Quiriquire, se descubre el mayor pozo de petróleo de la cuenca de Maturín, cuarto en tamaño entre los grandes yacimientos de Venezuela”. Todo esto puso en evidencia la inmensa reserva de petróleo que existía en Venezuela. Las primeras explotaciones se produjeron en 1916 y, ya para 1920 el petróleo ocupaba el primer lugar en las exportaciones venezolanas.

La avalancha de compañías extranjeras que entraron a Venezuela durante el gobierno de Juan Vicente Gómez lo ayudó a consolidarse en el poder. Gómez otorgaba concesiones a Gran Bretaña, Holanda y los Estados Unidos. Este último país estaba destinado a desplazar a las compañías europeas de gran parte de los negocios petroleros en Venezuela.


Pozo "Mene Grande"

LA CRISIS ECONÓMICA DE 1929.

Que se deja sentir a nivel mundial, la sufrió igualmente Venezuela, los siguientes datos son indicativos de la misma:
·         Las compañías petroleras despidieron el 66% de sus obreros.
·         Bajaron las exportaciones petroleras.
·         Bajaron los ingresos.
·         Disminuyeron las exportaciones agrícolas.
·         Bajaron las importaciones.

GÓMEZ Y LA DEUDA EXTERNA.

Una de las principales preocupaciones del dictador era restaurar la solvencia fiscal de Venezuela. Para 1909, la deuda externa venezolana era de Bs. 161.138.109 y la deuda interna Bs. 71.958.383. El Estado venezolano, en 1913, ya había cancelado Bs. 12.000.000. El 11 de junio de 1915 promulgó una ley que imponía un pago de Bs. 6.000.000 anuales y ya en 1929 Venezuela sólo adeudaba Bs. 29.249.416 en deuda externa y la interna era de Bs. 28.735.884

Quien mantuvo la política económica del Gobierno de Juan Vicente Gómez fue el Ministro de Hacienda entre 1913 y 1922. El Dr. Román Cárdenas ejerció una política de reducción de salarios y logró que, para 1920, las reservas del Estado alcanzaran 48.578.284 Bs. De manera que para el centenario de la muerte del Libertador se pudo cancelar totalmente la deuda.

ESTATUS ECONÓMICO GENERAL DEL GOBIERNO DE JUAN VICENTE GÓMEZ.


En el primer año del gobierno de Juan Vicente Gómez, los ingresos y gastos públicos para el año económico 1909-1910 fueron por ingresos: Bs. 48.552.856,81 y por egresos: Bs. 52.337.175,23. Este año económico se cerró con un déficit de Bs. 3.784.218,42. Los fondos de la reserva del Tesoro montaron a Bs. 213.156,29. Los derechos de importación produjeron Bs. 21.722.149,20. La renta interna alcanzó a Bs. 15.047.547,26 y se erogó un situado constitucional para los estados por el monto de Bs. 7.384.743,25. Los ingresos y gastos públicos en el año económico 1911-1912 fueron por ingresos: Bs. 82.793.512,34 y por egresos: Bs. 64.069.521,36. El año se cerró con un superávit de Bs. 7.501.939,73. Se erogó por situado constitucional Bs. 7.184.176,68. En el año económico 1912-1913 los ingresos fueron: de Bs. 65.462.539,45 y los egresos: Bs. 62.384.023,27, cerrándose el año con un superávit de Bs. 3.078.516,18. Las reservas del Tesoro montaron a Bs. 10.521.317,26. En el año económico 1913-1914 los ingresos fueron: Bs. 60.370.993,01 y los egresos: Bs. 64.873.597,71. El año se cerró con un déficit de Bs. 4.502.604,70. Y los fondos de reserva del Tesoro alcanzaron a Bs. 6.042.923,21. En este año las exportaciones venezolanas (café, cacao, sarrapia, dividive, maderas, cueros de res, ganado vacuno, etc.), fueron de Bs. 136.392.867,92 y las importaciones de Bs. 88.110.376,47. La balanza comercial resultó con un saldo favorable de Bs. 48.282.492,45. En el año económico 1917-1918 aparece el petróleo en el renglón de las exportaciones venezolanas, con el envío al exterior de 21.194 tm por un valor de Bs. 899.673. El año 1917-1918 los ingresos y gastos públicos fueron: Bs. 53.253.686,06 y Bs. 52.948.924,48 respectivamente. La exportación de café fue de 568.719 sacos de 60 kg, por valor de Bs. 29.191.622 y de cacao se exportaron 338.015 sacos de 60 kg por valor de Bs. 21.070.980. En 1915, frente a la crisis financiera y comercial del mundo causada por la Primera Guerra Mundial, el Gobierno acordó reducir en un 25% los capítulos de egresos del Presupuesto General de Rentas y Gastos Públicos, excepto aquellos renglones que, por su naturaleza, no eran susceptibles de disminución. Tomada esta medida, se formuló un presupuesto en el que se calcularon las entradas en concordancia con la baja que en los ingresos por exportaciones de productos venezolanos se venía observando y se redujeron los egresos de modo que pudieran cubrirse sin déficit. En 1918, el presidente provisional Márquez Bustillos informa al Congreso que la reforma fiscal que adelanta el ministro de Hacienda, Román Cárdenas, avanza «...implantando métodos y sistemas los más eficaces para el perfeccionamiento de las finanzas nacionales...», y anuncia el envío al Parlamento de un conjunto de leyes fiscales cuya aprobación era necesaria para lograr una avanzada administración de la Hacienda nacional. El año de 1918, final de la Primera Guerra Mundial, fue el de mayor exportación de café registrada, pues llegó a 1.373.034 sacos de 60 kg por un valor de Bs. 115.093.198; se exportó cacao por el orden de Bs. 27.352.829 con un volumen de 308.093 sacos; y azúcar 11.996.658 kg por un valor de Bs. 4.995.672; además se exportó maíz, papelón y carnes congeladas. En el año económico 1920-1921, los ingresos y gastos públicos fueron de Bs. 81.560.716,19 y Bs. 102.095.026,71 respectivamente. El año se cerró con un déficit de Bs. 21.095.026,71. Al formular el presupuesto de 1920-1921, las perspectivas eran halagadoras, pero la crisis que se hizo sentir en el curso del año económico causó la reducción de los fondos de reservas del Tesoro de Bs. 65.953.298,95 a Bs. 44.858.272,24. El ministro de Hacienda, Román Cárdenas, al referirse a la protección de las industrias, dijo al Congreso que debía iniciarse francamente en la tarifa arancelaria el concepto de proteccionismo, estableciendo un sistema que «...tienda a proteger y fomentar el incipiente poder industrial de la Nación...», pues debía controlarse y reprimirse la introducción de los artefactos extranjeros para «...favorecer la introducción de elementos y materias primas indispensables a las industrias nacionales...» En el año económico 1921-1922, los ingresos y gastos públicos fueron de Bs. 70.926.950,07 y Bs. 80.836.154,16 respectivamente, cerrándose con un déficit de Bs. 9.909.204,09 y se apropió la suma de Bs. 8.205.000 de los fondos de reserva. En el año económico 1922-1923, los ingresos fueron de Bs. 87.691.319,77 y los egresos de Bs. 72.677.018,16, cerrándose con un superávit de Bs. 15.677.018,11. El año 1922 fue el último de la gestión en el Ministerio de Hacienda, del ingeniero Román Cárdenas, quien desempeñó la cartera desde 1913 y es considerado el organizador de las finanzas modernas de Venezuela. En el año económico 1928-1929 los ingresos fueron de Bs. 230.415.294,44 y los egresos de Bs. 244.757.836,60. El año se cerró con un déficit de Bs. 14.342.542,16. Se apropió la suma de Bs. 31.131.000 de los fondos de reserva del Tesoro y éstos alcanzaron a Bs. 99.837.959,22 al finalizar el año fiscal. El situado constitucional fue de Bs. 21.002.817,57. Fue presentado al Congreso un proyecto de ley para establecer el puerto libre de Turiamo en las costas del estado Aragua. La balanza comercial resultó con un saldo favorable, por la presencia del petróleo en las exportaciones que alcanzaron a 17.520.257 tm. A partir de 1928, frente a la crisis económica que se tradujo en el endeudamiento de los agricultores y el desempleo generalizado y que se agravó con la protesta estudiantil y el estallido de movimientos subversivos, el gobierno de Gómez, junto con las medidas represivas, adoptó un programa que significaba el comienzo de una nueva era en el país. Dentro de este plan debe señalarse la promulgación de la primera Ley del Trabajo, la fundación del Banco Obrero para atender al problema de la vivienda popular, la creación del Banco Agrícola y Pecuario para ayudar a resolver la crítica situación de la agricultura y la cría, la realización de un plan especial de obras públicas en toda la República, financiado por las reservas del Tesoro y que debía atender al conflicto del desempleo, la creación de la primera empresa agroindustrial del país, la Ganadera Industrial, y la creación del Ministerio de Salubridad, Agricultura y Cría. En 1930, con motivo del centenario de la muerte del Libertador, el gobierno del presidente Gómez finalizaba el pago de la deuda externa que el país venía arrastrando desde los días de la emancipación. Venezuela se convirtió así, durante casi 30 años, en uno de los pocos países del mundo que no tuviera deuda externa alguna. En el año económico 1933-1934, los ingresos fueron de Bs. 171.829.139 y los egresos de Bs. 153.924.973,56. La exportación del café alcanzó a 634.677 sacos de 60 kg por valor de Bs. 30.308.057 y se exportaron 18.331.690 tm de petróleo por un valor de Bs. 573.432.335. En el año económico de 1932-1933, el dólar se cotizó a Bs. 7 y hasta Bs. 7,64 en los meses de julio, agosto y septiembre de 1932 y a Bs. 5,20 a comienzos de 1933; pero a finales de ese año, se cotizó a Bs. 3,94 y a mediados de 1934, a Bs. 3,198. En 1934, por primera vez se fijó oficialmente el tipo de cambio de dólar que fue de Bs. 3,93, el que habría de mantenerse por 2 años. En el último año del gobierno de Gómez, los ingresos del Fisco fueron de Bs. 202.980.148,64 y los egresos de Bs. 178.917.655,98. Los fondos de reserva del Tesoro alcanzan a Bs. 111.549.041,22. Agravó la situación interna del país durante este año la acumulación de fondos del Gobierno nacional, produciendo escasez de circulante y como consecuencia, se generalizó el trueque en las operaciones comerciales. El Gobierno decretó un subsidio de Bs. 10.000.000 como ayuda a los agricultores del café y del cacao, dado el estado ruinoso de las fincas, por el sostenido bajo precio de los frutos en los mercados mundiales. Con motivo de la incesante baja del cambio, las compañías petroleras celebraron un convenio con el Gobierno venezolano que se llamó Convenio Tinoco, por las cuales ellas cedían al Gobierno las divisas que podían colocar en los bancos, al tipo de Bs. 3,03 o sea al punto oro (gold point).




ASPECTO SOCIAL.


El cuadro social de la época de Gómez presenta una variación demográfica, el fin del caudillismo y la estratificación social con las fuerzas vivas plegadas al dictador, una burocracia de la que forman arte los familiares de éste y los obreros y campesinos asalariados y desprotegidos.

La cantidad de población asciende en forma normal de 1908 a 1911, desciende en el período hasta 1920 y desde aquí empieza a aumentar sin detenerse.

Las razones de la disminución demográfica en el caso de 1911-1920, son además de la mortalidad infantil y la desatención sanitaria, no existía en el país una política sanitaria y médico asistencial que controlara los flagelos que agotaban la población venezolana, como el paludismo, la fiebre amarilla y la tuberculosis. que causó desastres en toda la extensión del territorio. Pero fueron las compañías petroleras quienes comenzaron a desarrollar estas luchas en los campos petroleros con el fin de no ver menguados sus rendimientos.

La relación población urbana - población rural, empieza a cambiar también con la influencia del petróleo, se produce el éxodo campesino; el área occidental del país (donde empezó la exploración y explotación) y la misma ciudad de Maracay.


Desaparece el fenómeno social del caudillismo regional. El dictador es el gran caudillo. Un slogan lo señala como “Gómez Único”, como el “Rehabilitador”, “el pacificador”.

Como estratos sociales están los terratenientes (con Gómez, sus familiares y sus amigos), los comerciantes banqueros, industriales tanto nacionales como extranjeros, los que forman la burocracia de altos empleados gubernamentales, los empleados y profesionales en general, los obreros, los campesinos y los peones de las haciendas y hatos.

EDUCACIÓN.

En materia de instrucción pública, el saldo del gobierno de Gómez fue precario, reducida la cuota presupuestaria a su mínima expresión no obstante que los titulares de la cartera de Instrucción Pública, Samuel Darío Maldonado, José Gil Fortoul, Felipe Guevara Rojas y Rubén González propusieron sucesivamente planes de reforma y modernización de la educación que son considerados entre los más avanzados del siglo XX.

En sus comienzos, el Gobierno, en 1911, decretó la fundación de las escuelas de Agricultura, de Veterinaria de Caracas y de Enfermeras y de Artes y Oficios en varias regiones del país que no llegaron a funcionar y la Escuela Normal de Varones en Caracas, la única en el país, y que llegó a tener, en la década de 1930, una promoción que no alcanzaba a la decena de estudiantes. La Universidad Central estuvo clausurada desde 1912 hasta 1922 y se abrían cursos cada bienio.

LIBERTAD DE EXPRESIÓN.

En cuanto a las libertades públicas, el gobierno se divide en 2 etapas separadas por el conflicto político del año 1913 referente a la reelección. De 1908 a 1913, Venezuela gozó de un régimen de libertades y respeto a los derechos ciudadanos como en escasas ocasiones anteriores vivió el país. La libertad de prensa era absoluta, los periódicos de oposición criticaban los actos del Gobierno y los ministros respondían a las críticas y trataban de justificar sus actos. Se fundaron organizaciones con el propósito de convertirlas en partidos políticos y los dirigentes del liberalismo amarillo y del nacionalismo «mochista» trataron de reconstruir sus cuadros, mientras el presidente Gómez se paseaba por la plaza Bolívar de Caracas. Pero, a partir de 1913, a raíz de la prisión de Rafael Arévalo González, de la huida de Félix Montes y de la disolución del Consejo de Gobierno, se instauró en el país un régimen de represión política que se mantuvo hasta finales de 1935.

La censura de noticias y comentarios sobre la vida política y administrativa fue total. Las cárceles y los castillos de Puerto Cabello y del lago de Maracaibo mantuvieron una creciente población de presos políticos que permanecieron largos años en un verdadero secuestro, sin posibilidades de defensa ni de contacto con sus familias; miles de venezolanos se marcharon al destierro y centenares de presos políticos fueron enviados a trabajar en las carreteras. Esta situación de cárceles y persecuciones tuvo un paréntesis en los años 1924 y 1927, cuando Francisco Baptista Galindo, desde la Secretaría general de la Presidencia, desarrolló una política de humanización que logró la salida de Eustoquio Gómez del Táchira, el retorno de 20.000 tachirenses exiliados en Colombia, el regreso de numerosos desterrados, la libertad de los presos políticos y la clausura de la cárcel de La Rotunda, en Caracas.

Fallecido en 1927 Baptista Galindo, el régimen volvió a sus tradicionales características represivas. El gobierno de Gómez tuvo que enfrentarse a numerosos brotes revolucionarios, intentonas guerrilleras, con las repetidas invasiones de los generales Juan Pablo Peñaloza y Emilio Arévalo Cedeño, los alzamientos de Ángel Lanza, Horacio Ducharne y Norberto Borges, los desembarcos de Rafael Simón Urbina, la toma de Curazao y la invasión a La Vela de Coro de Rafael Simón Urbina y Gustavo Machado, la rebelión de José Rafael Gabaldón en tierras de Portuguesa y la expedición revolucionaria de los generales Román Delgado Chalbaud y Pedro Elías Aristeguieta en agosto de 1929, que desembarcó en las costas de Cumaná y fue la única empresa revolucionaria que a lo largo de esos 27 años, contó con suficientes recursos y con la colaboración de un grupo numeroso de importantes jefes revolucionarios. El presidente Gómez no utilizaba las tropas del Ejército nacional para combatir estas invasiones, sino que recurría a tropas colecticias, gente campesina en su mayoría, que estaban bajo el mando de oficiales de la época de la «restauración».


Vías de Caracas, en 1935.
VÍAS DE COMUNICACIÓN Y OBRAS PÚBLICAS.

El 6 de julio de 1910, el presidente Gómez decretó la creación de una Comisión Científica y Exploradora del Occidente de Venezuela, presidida por Alfredo Jahn, para estudiar las vías de comunicación de las regiones comprendidas por los estados Falcón, Zulia, Lara, Portuguesa, Trujillo, Mérida y Táchira a fin de que realizara estudios geográficos, hidrográficos, observaciones astronómicas y geodésicas para la cartografía; estudios geológicos, botánicos, etnológicos, arqueológicos, zoológicos y que debía ilustrar sus estudios con dibujos y fotografías.

El 7 de julio de 1910, crea la Comisión Científica y Exploradora del Oriente, presidida por Manuel Cipriano Pérez y que tenía como campo de acción los estados Anzoátegui, Sucre, Monagas, Nueva Esparta, Bolívar y los territorios Delta Amacuro y Amazonas. Entre sus tareas, la comisión debía proceder al estudio y trazado de las vías de comunicación en esa región del país y a los estudios preliminares para proveer de agua potable a las poblaciones de aquella circunscripción. El 29 de julio de 1910, se crea la Comisión Científica y Exploradora del Centro del País presidida por Germán Jiménez. El 24 de junio de 1910, el presidente Gómez dicta un decreto ordenando la construcción en cada estado de la República de una carretera central «...que pasando por las ciudades y sitios convenientes, constituyan las vías principales de cada entidad federal, para el movimiento de exportación de los frutos y de importaciones comerciales...», y una vez reunidos estos datos, proceder a la formación del Plan General de las Vías de transporte de la República. En 1910, se inició la construcción de la carretera central del Táchira; la carretera del este de Caracas; la de Maracay a Ocumare de la Costa; la de Caracas al Tuy; la de Villa de Cura a Morrocoyes; la de Caracas a La Guaira; la de Caracas a Barlovento.

En 1919, se iniciaron los trabajos de la Gran Carretera Occidental que, partiendo de Caracas y atravesando los estados Miranda, Aragua, Carabobo, Cojedes, Portuguesa y Barinas, terminaba en el Táchira; y se decretaron los estudios de la Gran Carretera Oriental. Se concluyó la carretera de Puerto Cabello a San Felipe y se iniciaron los trabajos de la carretera central del estado Falcón, la central del estado Lara y del estado Trujillo y las carreteras de Barcelona a Soledad, en el estado Anzoátegui y de Cumaná a Cumanacoa en el estado Sucre.

En 1925, se inaugura la Gran Carretera Trasandina que unía por primera vez, por vía terrestre, a los estados Táchira, Mérida y Trujillo con el resto del país. Se dictan normas para estudiar las vías de penetración rural con carácter prioritario. Esta red de carreteras fue el inicio del primer sistema nacional de vías de comunicación, pues hasta la década de 1920, las regiones del país estaban incomunicadas entre sí y dentro de los mismos estados, las ciudades y pueblos estaban separados por grandes distancias. Pequeñas redes de ferrocarriles y la navegación fluvial y costanera, habían sido hasta entonces los únicos medios de comunicación en el país.

ASPECTO MILITAR.

LA REFORMA MILITAR DE 1910.

En los primeros tiempos del gobierno de Gómez, muchos pensaron que el mismo sería una transición; así creían que por ejemplo, varios de los viejos caudillos, que a partir de 1908, comenzaron a rodear y gobernar con el Gomecismo y que meses atrás habían sido enemigos de Castro y del propio Gómez, pues éste los había derrotado militarmente a comienzos de siglo. Sin embargo veremos después que fueron tácticas para ir creando mecanismos de poder político-militar para su consolidación y que uno de esos mecanismos fue la puesta en práctica de la Reforma Militar.

Este proceso reformador tuvo tres columnas fundamentales: una política de progreso institucional (concepción doctrinaria), la organizativa y la material, siendo este movimiento de carácter simultáneo y total. El objetivo era convertir a aquella fuerza heterogénea en una fuerza más homogénea, tecnificada y moderna para la época. En efecto con la Reforma,  se comienza a inculcar a los efectivos militares numerosos conceptos que van desde el objetivo central de ser defensores de la Constitución y las Leyes hasta el deber de defender las fronteras y la integridad nacional. Además, los miembros del Ejército, se ligarían más a la comprensión de la historia patria como mecanismo reforzador de la doctrina institucional.

Se parte de la idea de que el Ejército no está al servicio de una camarilla ni de un caudillo regional, sino del gobierno central y del ordenamiento constitucional legalmente establecido. Por lo demás, se refuerza la concepción de que las funciones militares deben ser permanentes y profesionales, tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz. Esto se logro, en buena parte, por la instalación de escuelas militares, charlas, conferencias, difusión de libros y folletos y la constante prédica en las guarniciones sobre el papel institucional del Ejército, porque estarán regularizador por la instrucción y la cultura, que hacen de la interesante institución del Ejército el fundamento indispensable para garantizar los intereses políticos y sociales de un país. 

La Academia Militar pasó a cumplir un papel importante al entrar en actividad en Julio de 1910. En ella se formarían los futuros oficiales de Ejército. Con este instituto adquiere mayor fuerza la política de profesionalización de las carreras de las armas, que constituye la piedra angular de cualquier transformación, y de ahí el apoyo que se le presta en tales momentos. Vienen a ella cadetes de todos los Estado del país, buscando de esta manera eliminar los regionalismos y lograr la “integridad nacional”.

También en 1910 s decreta la creación de la Escuela de Aplicación Militar. Ingresaban a ella los oficiales “montoneros” en servicio activo, con la finalidad de adquirir los nuevos conocimientos militares que se estaban transmitiendo y para que al graduarse impartieran en sus respectivos cuarteles lo aprendido en la Escuela. Era una política novedosa, que evitaba el retiro de los oficiales cuya experiencia estaba sintetizada en los campos de batalla, y, por lo tanto, los oficiales “montoneros” se adecuaban a las nuevas exigencias.

Dentro de esta línea de preparación de las distintas jerarquías militares, fue abierta, en 1912, una Escuela para Clases. Formaría a sargentos y cabos, que serian un factor clave en la preparación de los soldados bajo su mando. Así que una voz de mando, una instrucción, un conocimiento impartido, etc., no tendrían problemas en su cumplimiento porque desde los altos oficiales hasta las clases y soldados estarían formados dentro de los mismos lineamientos militares.

MODERNIZACIÓN DE ARMAMENTOS, EQUIPOS Y UNIFORMES DEL EJÉRCITO.

Tare prioritaria fue la modernización de armamentos, equipos y uniformes. Par logra esto a nivel de armamento, se compro en forma masiva el fusil tipo máuser 71-84; igualmente, municiones, material explosivo, pistolas y ciertas unidades de artillería. Al unificarse, en gran medida, el armamento en las principales guarniciones, la institución y el suministro se cohesionaron a nivel nacional, cuestión muy difícil en el pasado. 

La disparidad de cortes y uniformes era una nota resaltante en la fuerza militar venezolana. Hubo de inmediato un suministro masivo de uniformes, no solo para las faenas diarias sino también para los desfiles. Hubo adquisiciones novedosas como “kepis” franceses (gorros militares), cascos de corcho alemanes, zapatos de cuero y de lona utilizados en los desfiles, porque las alpargatas todavía seguían para el uso de la tropa en los cuarteles. Se agrego a este mejoramiento la utilización de tiendas de campaña, así como la organización en forma permanente de bandas marciales. 



ASPECTO INTERNACIONAL.

En esta materia, el presidente Gómez marcó desde el comienzo de su gobierno la pauta de no participar en los conflictos latinoamericanos y de mantener las mejores relaciones posibles con los países vecinos. En 1908, se dispuso a reanudar las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, rotas por el presidente Castro en junio del mismo año. Las tareas de su cancillería se iniciaron con las conversaciones González Guinán-Buchanan, mediante las cuales quedaron sin efecto las sanciones acordadas en 1906 por los tribunales venezolanos contra la New York and Bermudez Company y otras compañías norteamericanas, por haber intervenido en la política venezolana y haber contribuido al financiamiento, en 1902, de la Revolución Libertadora. Reanudó las relaciones diplomáticas con Colombia, igualmente rotas por el presidente Castro. Y procuró, desde un principio, arreglar las diferencias con Francia y Holanda que también habían interrumpido sus relaciones con Venezuela desde 1906 y mediados de 1908 respectivamente.

 En 1910, con motivo del centenario del 5 de julio de 1811, convocó un Congreso Bolivariano en busca «...de soluciones útiles a los intereses de las repúblicas bolivarianas, para estrechar vínculos históricos y arreglar las condiciones de su porvenir...» En 1914, luego del estallido de la Primera Guerra Mundial, el gobierno de Gómez propuso, a través de la Cancillería, la convocatoria de un Congreso Mundial de Neutrales, sin haber logrado tener éxito su iniciativa. Frente a la guerra mundial, mantuvo la neutralidad de Venezuela, a lo largo de los 4 años de conflicto, no obstante las exigencias y amenazas de los bandos en pugna. A partir de finales de 1916, la situación se tornó muy difícil para el gobierno de Gómez, debido a las presiones y amenazas del Departamento de Estado norteamericano, encaminadas a lograr de Venezuela una declaración de beligerancia al lado de las potencias aliadas.

 El representante diplomático de Estados Unidos ante el Gobierno de Venezuela, Preston McGoodwin, protestó contra el conflicto permanente que se le presentaba para tratar del asunto, ante la existencia de un presidente provisional y un presidente electo con iguales atribuciones para conocer de las exigencias norteamericanas. El ingreso de Venezuela a la Liga de las Naciones fue objeto de largo examen y polémicas entre los ministros del Gabinete, pues un grupo sostenía la opinión de no tomar parte en la Asamblea Mundial; pero finalmente, el país se adhirió a la Liga el 3 de marzo de 1920 y de la misma manera, suscribió los primeros convenios que sobre tráfico de armas y municiones y régimen jurídico de navegación aérea, fueron establecidos a nivel internacional. La política del régimen se va a caracterizar por su interés en mantener relaciones diplomáticas y consulares con casi todos los países europeos y con la totalidad de las naciones del continente americano, pero de manera especial, procurando el mejor entendimiento con los gobiernos de Estados Unidos, Colombia, BrasilCuba y Holanda, a fin de mantener bajo vigilancia a los numerosos exiliados políticos que vivían en esos países.

En 1923, el Gobierno de Venezuela rompió relaciones con el de México en razón del franco apoyo que el presidente Álvaro Obregón y su ministro de Educación, José Vasconcelos, daban a las empresas de los revolucionarios venezolanos. Estas relaciones se reanudaron en 1931. En 1924, el presidente Gómez anunció la terminación del arbitraje ante el Consejo Federal Suizo por razón de fronteras con la República de Colombia. En 1928, Venezuela se adhirió al pacto de proscripción de la guerra, llamado Pacto Briand-Kellogg, suscrito en París.

 Venezuela estuvo representada en numerosas conferencias internacionales y el Gobierno suscribió casi todas las convenciones propuestas en la Liga de las Naciones. Las personalidades más importantes de la diplomacia bajo el gobierno de Juan Vicente Gómez fueron: César Zumeta, Pedro Manuel Arcaya, Pedro César Domínici, Carlos F. Grisanti, Pedro Emilio Coll, Carlos Aristimuño Coll, Manuel Díaz Rodríguez, Diego Carbonell, Andrés Eloy de la Rosa, Diógenes Escalante, Caracciolo Parra Pérez, Laureano Vallenilla Lanz, José Gil Fortoul, Francisco Gerardo Yanes, José Ignacio Cárdenas, Eduardo Arroyo Lameda, Francisco Arroyo Parejo, Santiago Key Ayala, Manuel Segundo Sánchez y Luis Churión, quienes representaron al Gobierno de Venezuela durante largos años.

ASPECTO CULTURA – RELIGIOSO.

La educación estuvo desasistida en el período gomecista. La Universidad Central permaneció cerrada desde 1912, hasta 1925. Hubo un índice de analfabetismo ente los adultos de un 70% y el 90% de la población no sabía leer ni escribir.

La inscripción escolar en primaria es considerablemente inferior a la de la época guzmancista. Por ejemplo, en 1883 había inscritos en primaria un total de 91.462 alumnos, correspondientes a un 4,45% de la población total.

En las manifestaciones culturales continúa el movimiento histórico sociológico del positivismo, que se había hecho presente desde Castro, con José Gil Fortoul, Laureano Vallenilla Lanz, César funesta, Pedro Manuel Arcaya, Lisandro Alvarado.

En el caso de La Iglesia, Gómez mantuvo cordiales relaciones con la Iglesia católica y permitió el regreso de un gran número de congregaciones religiosas, decretó la libertad de enseñanza y de esta manera, auspició la fundación de escuelas y colegios regentados por religiosos y facilitó la reapertura de los seminarios.

No obstante estos hechos, rechazó las proposiciones del nuncio Carlos Pietropaoli de sustituir el patronato eclesiástico por un concordato. Numerosos sacerdotes, entre otros los presbíteros Ramírez, Mendoza, Monteverde y Franquiz, sufrieron largas prisiones en razón de sus actividades de oposición al régimen. En 1929, bajo la presidencia de Juan Bautista Pérez, el Ejecutivo nacional ordenó la expulsión del territorio nacional del obispo de Valencia, monseñor Salvador Montes de Oca, pero al regresar Gómez al ejercicio de la presidencia en 1931, ordenó el levantamiento de la medida de expulsión del obispo valenciano.

ASPECTO POLÍTICO.

Aunque gobernó desde los 27 años que van de 1908 a 1935, a veces, es presidente directamente y, en ocasiones, pone en el poder, en forma nominal a un amigo suyo. Los gobernantes en ese período son:
  • ·         1908-1913 General Juan Vicente Gómez (primera vez).
  • ·         1913 Dr. José Gil Fortoul (Encargado por Gómez).
  • ·         1914 Dr. Victoriano Márquez Bustillo (encargado por Gómez).
  • ·         1914-1922 General Juan Vicente Gómez (segunda vez.)
  • ·         1922-1929 General Juan Vicente Gómez (tercera vez).
  • ·         1929-1931 Dr. Juan Bautista Pérez, (puesto por Gómez, debió renunciar por disposición del mismo Gómez).


El Congreso estuvo siempre a su servicio, reformó la Constitución en varias ocasiones con dos objetivos básicos: variar el período presidencial o dar a la Comandancia de las Fuerzas Armadas el rango de k.o.-presidencia de de jefatura separada, así en algunas ocasiones Gómez era el Comandante de las fuerzas Armadas y en otras tenía este cargo junto con el presidente.

Gómez, mantuvo un Consejo de Gobierno que después fue eliminado. En ese Consejo, estuvieron inicialmente liberales amarillos y nacionalistas, pero después desistió de ellos y anuló su acción, lo mismo que a los conservadores azules.

El dictador, organizó la defensa mediante un ejército modernizado y bien equipado que había empezado a reformar Castro. Desarrolló una red de carreteras de macadán - a algunas de asfalto- que unían las diferentes ciudades y las plazas militares que había en algunas de ellas.

Profesionalizó el ejército al crear la Escuela Militar (1911) y la Escuela de Aviación Militar (1920). Para contar con un ejército permanente fue promulgada la Ley del Servicio Militar Obligatorio. (1926)

Desarmó al pueblo. Adujo como razón para hacerlo el evitar la delincuencia.

La dictadura se manifestó tanto por el manejo del Congreso como por la aplicación de mano dura contra la oposición, mediante las cadenas de exilio, las cárceles (La Rotunda Caracas, las Tres Torres en Barquisimeto, el Castillo de Puerto Cabello) o los trabajos forzados en la construcción de carreteras. Fueron comunes las torturas.

Puso de su lado las llamadas “fuerzas vivas”, es decir, la burguesía capitalista, e igualmente tuvo el apoyo constante del gobierno norteamericano.

Hubo un marcado nepotismo o gobierno familiar. Cargos tan altos como la primera y segunda vicepresidencia fueron dados, una a su hermano Juan Crisóstomo Gómez (“Juancho”) y la otra a su hijo (“Vicentino”).

REFORMAS CONSTITUCIONALES

La primera de las 7 reformas constitucionales aprobadas por el Congreso Nacional durante el mandato de Juan Vicente Gómez tuvo como propósito liquidar su condición de vicepresidente encargado de la presidencia, con que venía actuando desde noviembre de 1908, cuando el presidente Cipriano Castro, ante la necesidad de salir del país, le hizo entrega del poder. Otro de los propósitos de la reforma constitucional de 1909 fue restablecer el Consejo de Gobierno para integrarlo con los políticos liberales amarillos y nacionalistas, autores en su mayoría, en 1902, de la Revolución Libertadora, que regresaban del exilio y a quienes necesitaba Gómez como aliados en su lucha contra el ex presidente Castro.

El Consejo de Gobierno, junto con el presidente de la República y los ministros, constituían el Poder Ejecutivo. Este Consejo se componía de 10 miembros y sus suplentes, y su presidente llenaba las faltas temporales y absolutas del presidente de la República, pudiendo convocar al Congreso para que hiciera la elección de éste, si la vacante absoluta ocurría en los 2 primeros años del período constitucional, que de 6 años, quedó reducido a 4. La Constitución Nacional de 1909 estableció un período provisional de agosto de 1909 al 19 de abril de 1910, fecha en que se iniciaba el nuevo período constitucional. El Congreso eligió presidente provisional al general Juan Vicente Gómez y 8 meses más tarde, en abril de 1910, presidente constitucional para el período 1910-1914. La segunda reforma tuvo como propósito asegurar la reelección presidencial de Gómez y estuvo precedida por anuncios oficiales sobre la alteración del orden público motivada por una supuesta invasión del general Cipriano Castro y de la suspensión indefinida del proceso electoral. El ministro de Relaciones Interiores, César Zumeta, promueve entonces la reunión en Caracas de un Congreso de Plenipotenciarios de las Municipalidades, cuya tarea asignada era la de discutir y aprobar un Estatuto Constitucional provisorio, así como una nueva Constitución Nacional, creando la mayor confusión constitucional de la historia de Venezuela.

El Congreso elige como presidente provisional a Victorino Márquez Bustillos, quien venía desempeñando el cargo de ministro de Guerra y Marina. Aprobada la Constitución de 1914, las Cámaras Legislativas designan presidente de la República y comandante en jefe del Ejército al general Juan Vicente Gómez, pero, en una disposición transitoria de la nueva Constitución, se establece que el presidente provisional ejercerá sus funciones hasta que tome posesión de su cargo el presidente constitucional elegido. De esta manera, Victorino Márquez Bustillos desempeñó durante 7 años las funciones de verdadero «primer ministro», con facultades para convocar y presidir el Consejo de Ministros, recibir diplomáticos y estudiar los asuntos administrativos para luego rendir cuenta semanal en Maracay al presidente electo.

En junio de 1922, el Congreso Nacional aprueba una tercera reforma constitucional, orientada a restablecer las vicepresidencias de la República, eliminadas en la Constitución de 1914 y luego, elige al general Juan Vicente Gómez presidente de la República para el período 1922-1929; primer vicepresidente a su hermano Juan Crisóstomo «Juancho» Gómez y segundo vicepresidente a su hijo, el general José Vicente Gómez. A consecuencia del asesinato de Juan Crisóstomo Gómez, primer vicepresidente, se aprueba una cuarta reforma constitucional, en junio de 1925, para establecer que las faltas absolutas o temporales del presidente de la República, las suple el vicepresidente y no los vicepresidentes como ordenaba la Carta de 1922.

En esta reforma de 1925, se perfeccionó el régimen de gabinete con la creación del Consejo de Ministros, como institución de principio constitucional, el cual se compone de la totalidad de los ministros del despacho, pudiendo asistir el vicepresidente de la República y el secretario general de la Presidencia. Por otra parte, la Constitución Nacional autorizó, por vez primera, a un jefe de Estado para residir fuera de la capital de la República y le concedió atribución para designar los presidentes de los estados, liquidando el ordenamiento federal que hasta esa época existía. El 22 de mayo de 1928 sancionó el Congreso Nacional una quinta reforma constitucional orientada a eliminar el cargo de vicepresidente de la República, por haber caído en desgracia política el general José Vicente Gómez. Por otra parte, la nueva Constitución estableció en el inciso 6º, del artículo 32, la prohibición de la propaganda comunista o anarquista.

La sexta reforma constitucional se aprobó en el Parlamento el 29 de mayo de 1929 y se redujo a 2 artículos de la anterior Constitución, el 128 y el 129, disposiciones transitorias, mediante las cuales el Congreso eligiría para el período constitucional que se iba a iniciar (1929-1936) un comandante en jefe del Ejército Nacional quien mandaría el Ejército, la Marina y la Aviación y con quien el presidente de la República que fuera electo compartiría las tareas de jefe de Estado, debiendo hacer la elección de los 2 altos dignatarios el mismo día y prestando ambos juramento ante el Congreso. La séptima y última reforma constitucional fue sancionada en julio de 1931 para refundir en un solo cargo las potestades civil y militar y para designar presidente de la República y comandante en jefe del Ejército Nacional al general Juan Vicente Gómez, una vez aceptada la renuncia del presidente Juan Bautista Pérez.


El 19 de diciembre de 1916 entra en vigencia el nuevo Código Civil elaborado por la Comisión Revisora de Leyes creada por el presidente Gómez en 1911 y en 1922, el Congreso aprueba los nuevos códigos de Procedimiento Civil y de Enjuiciamiento Criminal; en 1918 entra en vigencia la Ley Orgánica de la Hacienda Pública; en 1925, el nuevo Código de Comercio y en 1926, el nuevo Código Penal.

Carlos Jiménez Rebolledo, ministro de Guerra y Marina, elabora numerosas leyes y reglamentos en materia militar que entran en vigencia cumplidos los trámites de rigor. También se aprueba una nueva legislación en materia de sanidad nacional en 1919. En su Mensaje al Congreso, en sus sesiones de 1920, el presidente Márquez Bustillos anuncia que, por indicación del presidente Gómez, dictó un decreto por el cual se crea la Escuela de Aviación Militar y que el Gobierno ha adquirido 3 aeroplanos como punto inicial de la escuadra aérea.


En octubre de 1920, se establece la telegrafía inalámbrica. Para 1931, estaba completado el sistema de radiotelegrafía y de radiotelefonía nacional. La creación de la Oficina Nacional de Sanidad y del departamento de Ingeniería Sanitaria dio comienzo, en unión del Ministerio de Obras Públicas, a la iniciación de la primera red de acueductos y cloacas.